www.pedrofierro.com/ Mañana en el bosque, paseando por un hayedo donde cubren el suelo color ocre por la caída de sus hojas, las escasa piedras que había, cubiertas enteras de un musgo verde contrastando con el ocre de las hojas caídas de las hayas, solo interrumpía el silencio, el grujido de algún cernícalo que volaba sobre nuestras cabezas y el sonido de los campanos de un pequeño rebaño de cabras,